Cambio de posta – Página 12

El pibe está sentado en uno de los bancos que se alinean sobre las paredes laterales del gimnasio. Es un hermoso salón sin tribunas en cuyos extremos hay dos aros de básquetbol que no se usan, salvo para demostrar cuán alto saltan los jugadores de vóley. El piso es de parqué y el edificio de los años cincuenta como en muchas escuelas que se distribuyen a lo largo y a lo ancho del país. Ha acabado el último partido del torneo que se organizó entre los seleccionados de las tres divisiones de cuarto y de quinto años. En total compitieron seis equipos y el resultado de la final era previsible porque la división “C”, en la que cursa el pibe, han coincidido por azar cuatro de los jugadores de la selección de esa escuela conformando uno de los mejores equipos del grupo. El muchacho está solo y no festeja el campeonato. […]

Leer más…

Leer completo

Cita en Budapest – Página 12


Tengo treinta años cuando llego a Budapest. Estoy aquí para competir en el Campeonato mundial de Taekwondo. Me perece un exceso hablar de campeonato mundial, pero así se lo llama. El hotel es moderno y remite a la arquitectura soviética. Un largo túnel lo conecta con el estadio, de modo que a los deportistas no les hace falta transporte. […]

Leer más…

Leer completo

El burro

Circunspecto, huraño, repentino,
Cierto como la sombra por el día
Sirve al turco o al griego en la porfía
O los ama como ama su destino
De noble bruto, seco y consecuente
Que va detrás cargando la fatiga
De cualquier peso atado a la barriga
Y del sol escalfándole la frente.
A ése de la idea o la pastura,
A ése del corral que yo mirara
Y diera en esperar que se acercara
Distingo, como lo hace la ternura.
Sólo cuando retumba su roznido
Pide amor el fletero encallecido […]

Leer más…

Leer completo

Enumeración de Cuba

La entereza inquebrantable
de la tierra y de la raza.
Artesanías de la historia
en la gracia
de ese aire y esa gente.La música,
alegría consanguínea.
El ron, que ciñe su cintura.
La música, agua y viento
desabrochándose la ropa para el baile.
La música templando la guitarra,
meneándose en la tumbadora
rascándose en el güiro.

El amable interés de la señora,
la musculosa sagacidad del campesino,
viveza ingenua y convencida,
notas de amor en los procesos.

La ilusión,
entraña del recuerdo,
desplomándose en lo pobre.
Azoradas bocas de la usina
con la desaparición de su alimento,
El sueño de la abundancia
herrumbrado en la refinería.
El olvido
y la avaricia sin perdón
de los ingratos tutores desleales.

Refinada Habana Vieja,
mugre infame,
ruin olor de la escasez.
Alcurnia que yace,
esqueleto de grandeza
en el salón de los hoteles.
Carnaval fastuoso
de señores pecadores.
Suntuoso baño
para ricos
o enjoyados delincuentes.
Hembras disponibles
para inevitables aburridos.

El agua huida de los grifos,
la desnutrida luz eléctrica.
Cierta convicción
cuadrándose aguerrida,
el amor al Che Guevara,
la muchedumbre ansiosa
por la fascinación de los discursos.

[…]

Leer más…

Leer completo

Estos minutos de siempre – La Revista del Siglo

No te gusta tanto desnudarla. Nunca te gustó mucho ese trámite. Mil veces te dijeron, mil veces viste cómo desnudar no es un trámite. Cómo desnudar y dejarse desnudar forman parte del juego y seguramente del placer. Pero no tenés ese placer. Es como miedo a que eso que hace falta que hagas, porque así parece que es en general, el hombre desnuda y la mujer se deja desnudar, eso que hace falta que hagas, pueda fracasar y toda la expectativa de coger se caiga. […]

Leer más…

Leer completo

Bicicletas – La Revista del Siglo


Mi madre lo veía con admiración. Quería verlo así, seguramente fruto de su amor. Incluso lo comentaba muchas veces haciendo notar que el mundo en el que me movía tenía una importancia única, y que no sólo debía tenerla para mí, si no para todos. El hecho de no prestar atención a ninguna otra cosa mientras estaba enfrascado en algo, y eso ocurría la mayor parte del tiempo, era visto por ella como una gran virtud, un síntoma de genialidad oculta y en progreso. […]

Leer más…

Leer completo

De amores y viñedos – Página 12


Para el Negro, un Caballero de la Orden de Fuego, la fidelidad era una cuestión de pura ética cósmica, además desde joven se había convencido -y lo habían convencido- de que la mujer que había conquistado era extraordinaria: muy rubia y fundamentalmente muy buena. Eso, todos sabían, era lo más importante y la gente del barrio se alegraba por la pareja oficiando de agente de propaganda de la misma. Todo hubiera seguido los carriles propios de una familia modelo si no hubiera sido por el segundo de los hijos, también rubio (menos), de ojos profundamente azules y de ideas radicales. […]

Leer más…

Leer completo

Siempre allí – La Revista del Siglo


Tenía que llegar. Esta mañana tenía que llegar. Yo lo pensé muchas veces, pero nunca me imaginé que iba a ser así, con este airecito de primavera, con este viento fresco que entra por la ventana. Pensé en este día desde siempre. No tengo miedo, estoy un poco triste. Me hubiese gustado que fueran ellos mismos los que lo hicieran. No esta gente que no conozco. Porque después de tanto tiempo, una se vuelve como de la familia. […]

Leer más…

Leer completo