Amistades – Rosario viaja con perros (Versión Completa)

Hola qué hacés. Viniste al final.
Sí, se suspendió la clase de pintura y pensé que todavía ibas a estar aquí.
Sí, nunca termino. Siempre aparece más y más trabajo. No puedo dejar de trabajar en la computadora.
Y ahora qué estás haciendo.
Y tratando de avanzar con la tesis. Tengo que terminarla dentro de seis meses como máximo y es un rollo infernal.
Daniel me dice que es mi tiempo para sufrirla. Que después es más fácil.
Por qué.
Y, ahora es cuando hay que abrirse el camino. Programar el futuro.
Programar el futuro. Y te sale eso, che.
Dejame de hinchar. Qué sé yo. Pero tengo que comer.
Tengo que pagar el departamento y estoy histérica. Además viajo a Méjico dentro de dos días. A propósito, trajiste el champagne.
Sí, te lo debía después del que nos tomamos la otra tarde.
La verdad es que no hacía falta. Quedó un montón de anoche. Como me traicionaste anoche. No viniste, traidor.
Terminé la clase tarde y quería pasar por el boliche. Si venía, no iba a estar ni aquí ni allá.

Sí, sí, me imagino. Y con quién fuiste al boliche.
Fui solo. Había quedado en ir con la profesora y me había olvidado.
Fuiste con ella.
No, ella fue en bicicleta.
Claro, claro.
Y a qué hora terminó.
A las tres, como siempre.
Y conseguiste taxi.
No, me trajo Mara, que andaba con una amiga.
Cuál Mara.
Mara, la esposa del gringo que trabaja en el consulado.
Ah, la grandota. Me preguntó por vos la otra noche.
Ah sí.
Y te llevó a tu departamento.
Sí, me salvó. A esa hora no hay taxi.
Te llevó hasta tu casa.
Sí.
Con la amiga.
Sí.
Y te las cogiste a las dos.
Pero no. Qué decís, pará un poco.
Querés tomar champagne.
No sé, bueno, voy hasta la heladera.
Andá, fijate que hay varios que quedaron de anoche.
Aquí hay dos abiertos con la cucharita. Cuál te sirvo.
Probalos. Poneme el que quieras.
Traje el de la botella con la etiqueta negra. Es más suave.
Sí, está bueno. No hacía falta que me trajeras tu botella.
Yo no sabía que había sobrado tanto, además te lo debía. Te lo tomás en cualquier momento.
Cómo me traicionaste ayer. Por qué no viniste.
Ya te dije, tenía que ir al boliche

 

Leer cuento completo…