Enumeración del cuerpo en tres ciclistas

No tan parecidos y gemelos
atrás y en sombra,
acostumbrados al trabajo de la noria,
mordiendo el polvo todo el tiempo,
dale que dale
al circular estatuto del pedal.

Devenido tendón de Aquiles
en correa de Hércules devoto.
Y trueno de los cuádriceps:
sordo clamor del volumen contraído
tragándose la magnitud del sol.

Congestión de agujas
en el culo y la cintura.
Lid del que desoye
y guerrea con olvido
contra las limaduras candentes.

Consigna al alimón, peldaños alternados
de dolor y voluntad,
Y el alivio del lamento al final de la jornada
con renguera y abandono
en las extensiones planas del descanso.

Y más en el recuerdo que en el acto:
la gloria de los valles,
la modestia helada de los ríos,
los pasteles de la geología,
los rizos esplendentes del aguaribay,
el tiempo de los árboles,
el peligro del ripio pedregoso
que solo se preocupa por sí mismo.
El vino a granel en las botellas silvestres,
la suculencia del tamal.
la poderosa substancia del queso
y la nobleza duplicada de las llamas
en el guiso con tomates.

Cajón del valle,
florido y espeso como las abejas en la siesta,
agua restallante que Moya busca siempre.
Valle
o cañadón cuando se mira
desde la plataforma ruda de la Puna,
esa prima del Tibet, tan petisa como altísima,
esa ilusión del agua
en la llanura polvorienta.

Cuesta arriba hacia La Paya
la animalidad sabia del anciano
tan en el paisaje y tan ajeno a la pregunta
del bullicio colorinche.
Los vocablos guturales
del lenguaje en solitario
que sólo comunica con su alcurnia.

Descanso en la plazuela y fiesta en la capilla.
Maestro de ceremonias
y también cura
que representa su gracia campechana.
Tres chicas blanqueadas como novias
que se prometen al señor
en la mirada encapotada
de tres chicos que aún no saben.
o saben y se hurtan.
Hacia ellos están yendo
las seis hostias primerizas
cuando las bicicletas se levantan.

Y ahora van los cuerpos debajo del meteoro
donde los cuerpos más se advierten:
Hombres y aire calentado,
aire con guijarro,
guijarro flotando
en el río candente de la arena,
arena y tronco,
donde corren las burbujitas de la savia,
savia en la saliva, hierba masticada,
boca del ciclista,
piernas y cintura

Cachi Adentro, Seclantás,
La Poma, Buena Vista,

Cantos,
rebotes
y memorias
por los Valles Calchaquíes.