Poemas y Cuentos Viñetas del Amor Urbano – Patagonia nocturna

Ando bien, ahora. Pero me tengo que quedar en casa por las dudas. Fui para que me midieran la presión y me dejaron internado. Cada vez que venís me pasa lo mismo, termino en el hospital. Parece una joda. Pero me largaron a las veinticuatro horas. Mirá cómo estoy para setenta y dos. Si, setenta y dos. Pero no aflojo aunque aquí en Quequén son medio boludos.No hay onda, por eso me las tengo que rebuscar con la compu. Me dijeron que no era una neumonía pero que tenía que tener cuidado, que me pasara una semana en casa, que no saliera. Viste cómo está el clima, hace frío. Me parece que me tengo que buscar una compañera, ¿vos qué pensás? Tengo una pero vive en Benito Juarez. Es una relación más virtual que otra cosa, me comunico por skype, pero me parece que me hace falta alguien aquí. Para comprarme las cosas tengo que joder al vecino porque no puedo salir. Ese que viste a la entrada es el vecino. Buena gente, pero no me gusta joderlo.

Dominicanas, Mirko. Ahora me dedico a las dominicanas. A la mejor la conocí por internet. Me mandó una solicitud de amistad y yo la acepté, me pareció una linda mujer. No teníamos amigos en común. Miento, sí teníamos, de la peluquería. Viste que yo voy a la peluquería de mujeres y me pongo a hablar al pedo con las clientas. Y de paso hago alguna relación. A veces les vendo algún libro de cocina o de ikebana, qué se yo. No me preguntés boludeces. Bueno, teníamos una amiga en común: la dueña de la peluquería. Ella, también, me dijo que conocía una mujer de las buenas para mí. No, la de internet no, otra. De aquí de Quequén. Una morocha -viste que son todas morochas- que era muy buena mujer. Dominicana, también, sí. A esa la vi personalmente. Muy linda mina, con esa cintura que tienen ellas, así de finita, mirá. Tiene unos cuarenta años. No sé qué voy a hacer. Algo hablamos pero todavía no pasa nada. Con la que sí entablamos una relación es con la del chat. Ésa, ésa, la que conocí por facebook.

La cuestión es que empezamos a chatear y nos hicimos buenos amigos: la mina me dijo que ella se dedicaba al trabajo, a atender a los hombres. Yo le dije que a mí su trabajo no me importaba, que yo iba por otro lado. Vos viste, yo no les pago, yo las trato bien, lo mío va por otro lado. Las minas valoran el buen trato. Yo tenía una que trabajaba en una whiskería de Tandil. Todavía somos muy amigos. No sabés cómo me atendían. Viste cómo es, estaban todos cuando yo llegaba: el chorro, el cafiso, el que pasaba quiniela, el que vendía falopa, estaban todos y no sabés cómo me atendían. Un whisky para Nicanor apenas llegaba. Me querían mucho. Sabían que era el novio de la mina. Yo me la pasaba viajando en esa época para vender los libros y cosméticos.

La cuestión es que seguí chateando con la mina pero en buenos términos. Ella me preguntaba por mi familia y yo también. Me dijo que quería conocer cómo era mi familia y al final me invitó a que la visitara. Vos viste cómo está en las fotos. Mirá allí está. Viste que linda mina. Yo acepté, no sé por qué, con esta no quería practicar el amor virtual.
¿Qué cómo es eso? Muy fácil Mirko. Yo me tomo una media pastillita de viagra. Con media soy un león Mirko.No hay que pasarse con eso, viste que hay que cuidarse el cuore. Yo hice deporte toda mi vida pero la presión me jodió un poco. Ahora como sin sal, nada de sal. Y Sigo haciendo ejercicios. Ahí en la bicicleta estática. Bueno te decía que me tomo media pastilla y se la muestro como un cañón por skype. Está buenísimo. Y me toco igual que la mina, hasta que me hincho las pelotas y hago como que me acabo. En realidad no me acabo una mierda. Me pongo un poco de crema Nivea en la punta y le muestro cómo me quedó la verga. Viste que es igual. Sí, sí, sí, una genialidad.
Bueno sigo con Amalia. Amalia se llama la mujer del face. La cuestión es que me decidí a visitarla Mirko. Es de Punta Arenas.

De Punta Arenas, sí.

Sí, Punta Arenas, en Chile. Sí, sí, en la loma de la mierda. Y me fui hasta allá. Sí, sí, hasta Punta Arenas. Linda ciudad. No sabés cómo me atendió. Espectacular. Quería dejar de trabajar esa semana para atenderme a mí. Yo le dije que no, que atendiera lo suyo y que durante el día estábamos juntos. Le dije que el día era largo y que ella tenía que cuidar su trabajo. No sabés cómo me miraba la mina. Sí, Punta Arenas, boludo. La verdad es que lo pasé muy bien. Me dijo que quería conocer a mis hijos y que ella también, si a mí me parecía, podía venir aquí. Vamos a ver qué pasa.

Sí sí Mirko, me fui hasta Punta Arenas: ¿Eh? ¿Qué avión? No, no. Me fui en bondi. Sí, en bondi Mirko. Sale de aquí y va hasta Río Gallegos, no es tanto, unas horas. Cuarenta horas más o menos y después de allí tomás otro hasta Punta Arenas. Vas tranquilo en el bondi. Coche cama. Es bastante rápido y te da tiempo. Total qué apuro hay.