No era la única, había otros que lucían esa suerte de serenidad en la mirada que se forja con el temple. Era como un cuchillo pulcro y eficaz descansando sobre una tabla y a la espera. Había dejado de volar el gran espacio para quedarse donde estaba él, a pesar de los fríos en el […]
Cuentos
Cambio de posta – Página 12
El pibe está sentado en uno de los bancos que se alinean sobre las paredes laterales del gimnasio. Es un hermoso salón sin tribunas en cuyos extremos hay dos aros de básquetbol que no se usan, salvo para demostrar cuán alto saltan los jugadores de vóley. El piso es de parqué y el edificio de los años cincuenta como en muchas escuelas que se distribuyen a lo largo y a lo ancho del país. Ha acabado el último partido del torneo que se organizó entre los seleccionados de las tres divisiones de cuarto y de quinto años. En total compitieron seis equipos y el resultado de la final era previsible porque la división “C”, en la que cursa el pibe, han coincidido por azar cuatro de los jugadores de la selección de esa escuela conformando uno de los mejores equipos del grupo. El muchacho está solo y no festeja el campeonato. […]
Estos minutos de siempre – La Revista del Siglo
No te gusta tanto desnudarla. Nunca te gustó mucho ese trámite. Mil veces te dijeron, mil veces viste cómo desnudar no es un trámite. Cómo desnudar y dejarse desnudar forman parte del juego y seguramente del placer. Pero no tenés ese placer. Es como miedo a que eso que hace falta que hagas, porque así parece que es en general, el hombre desnuda y la mujer se deja desnudar, eso que hace falta que hagas, pueda fracasar y toda la expectativa de coger se caiga. […]
Bicicletas – La Revista del Siglo
Mi madre lo veía con admiración. Quería verlo así, seguramente fruto de su amor. Incluso lo comentaba muchas veces haciendo notar que el mundo en el que me movía tenía una importancia única, y que no sólo debía tenerla para mí, si no para todos. El hecho de no prestar atención a ninguna otra cosa mientras estaba enfrascado en algo, y eso ocurría la mayor parte del tiempo, era visto por ella como una gran virtud, un síntoma de genialidad oculta y en progreso. […]
De amores y viñedos – Página 12
Para el Negro, un Caballero de la Orden de Fuego, la fidelidad era una cuestión de pura ética cósmica, además desde joven se había convencido -y lo habían convencido- de que la mujer que había conquistado era extraordinaria: muy rubia y fundamentalmente muy buena. Eso, todos sabían, era lo más importante y la gente del barrio se alegraba por la pareja oficiando de agente de propaganda de la misma. Todo hubiera seguido los carriles propios de una familia modelo si no hubiera sido por el segundo de los hijos, también rubio (menos), de ojos profundamente azules y de ideas radicales. […]
Siempre allí – La Revista del Siglo
Tenía que llegar. Esta mañana tenía que llegar. Yo lo pensé muchas veces, pero nunca me imaginé que iba a ser así, con este airecito de primavera, con este viento fresco que entra por la ventana. Pensé en este día desde siempre. No tengo miedo, estoy un poco triste. Me hubiese gustado que fueran ellos mismos los que lo hicieran. No esta gente que no conozco. Porque después de tanto tiempo, una se vuelve como de la familia. […]
La inapelable fragilidad de estar – Página 12
-Te voy a matar… -empezó a decirle con una sonrisa cuando salía de la casita de ladrillos vistos donde vivían desde que él la invitó, después de un noviazgo de seis meses. Ella se había enamorado del barrio enseguida y con mucho cuidado se ocupó de los quehaceres sin que él se lo pidiera. Ver la cama tendida después de una noche juntos lo conmovía particularmente. […]
Peón Rural – Página 12
Ha hecho frío. Aún hace frío. La helada ha cristalizado la tierra y hasta el fierro se vuelve más duro. Allí estaba esta mañana él, abajo del cielo casi blanco y haciendo cloquear las cañas de sus botas de goma que, como se sabe, le pasan la rodilla. Parecían lo único móvil dentro del aire de mármol que iba a tardar en movilizarse. […]
De nuevo, no, por favor – La Revista del Siglo
Juan, el que sufre, ya está cansado. Muy cansado.
Tiene su decisión. Es un poco cruel, pero ha hecho todo lo humanamente posible. Es cruel porque tiene la certeza de que Annelie todavía lo quiere mucho. Annelie todavía le arregla la camisa y le peina el mechón de la frente que se puso ralo y blanco de golpe. […]
La ruta de Ortiz – La Revista del Siglo
Enrique Ortiz había llegado hacía menos de una hora. Consiguió habitación enseguida en la hostería en la que siempre se hospedaba. Le gustaba el ambiente modesto que le había quedado como residuo de otros tiempos, cuando la moda era ir de vacaciones por allí. Esa suerte de decadencia digna le parecía linda, como la mayoría de los viejos del lugar. Los viejos del lugar se veían tranquilos, con el aire de aceptación que dan los días largos y silenciosos. […]